Ella

Sus ojos casi negros me miran suplicantes mientras su rostro, pálido y anguloso muestra duda. Observo sus delgados y rojos labios y asiento, poniendo entre sus esqueléticas manos las mías. 
- ¿Donde estamos? -pregunto al despertar del que parece haber sido un eterno sueño, con el consuelo de su mirada, algo fría, puesta sobre mí. 
- Muertos -responde en un susurro.
María GG

No hay comentarios:

Publicar un comentario